Visité el templo de Konark, India, en el 2004 y un guía me explicó que las ruedas Konark o del carruaje que han sido interpretadas como la “Rueda de la Vida”. Retratan el ciclo de creación, preservación y logro de la realización. También se usan como interpretaciones de la Dharmachakra de los budistas: La Rueda del Karma, La Rueda de la Ley.
Mi firme creencia de que la vida es cruel, injusta y desigual, como la rueda de este carruaje o un molino que lo desintegra todo y que en forma imparcial produce la vida y la muerte, ha desaparecido. Ver las cosas de esa forma es aceptar la apariencia y perder la esencia. Acércate y el mundo se verá más como un anhelo, un gran deseo que se hace realidad a nuestro alrededor y en el que están entretejidos nuestros propios deseos y anhelos.