Ayurveda se basa en la creencia de que nada es bueno para todo el mundo y que algo siempre es bueno para alguien. Esta creencia nace de la comprensión de que cada uno de nosotros es único. En pocas palabras, cada uno de nosotros es bioquímicamente diferente: tenemos diferentes niveles de hormonas, enzimas y neurotransmisores. Cada persona reacciona al mundo de maneras diferentes.
Nada es correcto para todos y todo es bueno para alguien. Ayurveda evita el dogma de “todo el mundo debe comer…” y lo sustituye por un programa de alimentación individualizado que debería satisfacer tus necesidades.
Con una dieta y un estilo de vida adecuado, el objetivo de Ayurveda es ayudar a cada persona a alcanzar su potencial máximo: física, emocional y espiritualmente